viernes, 22 de mayo de 2009

Al final del camino

Hace ya algunas semanas, algunos sábados por la noche, que llevé a mi amiga María a ver la película "Al final del camino", dirigida por Roberto Santiago y protagonizada por Malena Alterio y Fernando Tejero. Yo no soy crítica de cine, de hecho ni siquiera soy muy cinéfila, por eso no voy a entrar a valorar la película. Por eso y porque no es lo que pretendo con esta entrada en el blog. Pero el título, los paisajes verdes de la cinta que he reconocido como propios y la historia de ir haciendo un camino buscando encontrar respuestas al final, que me ha resultado muy familiar, han dado pie a lo que tenía que contar hoy.

Antes de querer ir a verla supongo que ya quería ver la película, me explico. Es de esas cosas que antes de que vengan o de que nazca o de que las encuentres ya sabes que las deseas o sabes que te van a enamorar. La primera vez que lo supe fue al leer una entrevista a los protagonistas realizada en Santiago de Compostela. En ella Fernando Tejero, al que le escuché en otra ocasión decir que por los versos de una canción de Sabina ("no hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió") intentó ser actor, contaba que, cordobés como es él, hizo el camino de Santiago por el norte en una época de su vida en la que se estaba dando la última oportunidad para poder vivir del cine sin éxito ninguno y cuando al llegar a la catedral se dio los tres croques con la cabeza, le pidio al santo un papel en el cine. Tres croques después (o sea tres días después) le ofrecieron su primera audición y le escogieron junto a otra compañera de reparto que, casualmente, era Malena Alterio. Por eso -seguía diciendo el hoy actor- cuando se lo ofrecieron no dudó un segundo en hacerse con el papel de un fotógrafo en el camino de Santiago.



La segunda vez que supe que quería ver esa peli fue cuando alguien que se me había adelantado me dijo: "tienes que ir a verla". Esta persona me relató tan graficamente los paisajes gallegos de mi infancia y tarareó tan perfectamente algunas canciones de la banda sonora que a mi, que me corre sangre gallega por las venas y que también pensé alguna vez en abandonar y no lo hice prometiendo recorrer el camino de Santiago si mi deseo se hacía realidad, se me pusieron los pelos de punta. Sigo teniendo esa deuda pendiente.

Y recordaría aquellos veranos de mi infancia también cuando escuché en el cine con mi amiga la canción "O tren" de Andrés Do Barro. Parece que por lo visto otra de las canciones que forman parte de "Al final del Camino" está siendo un éxito en la radio ultimamente, "No puedo evitar enamorarme de ti", compuesta por Antonio Flores e interpretada ahora por su hija Alba. Pero, para mi, sin duda la canción que le iba a la peli como anillo al dedo y que durante los días posteriores mascullé por lo bajo de camino al trabajo fue "Un beso y una flor", de Nino Bravo. Cuenta el director que en cuanto "forjó" la película en su cabeza le vino sin pensarlo esa parte de la letra que dice "forjarán mi destino las piedras del camino".

A mi se me vienen a la mente y al corazón sin ningún esfuerzo unos versos que han marcado mi vida. No me siento especial por ello porque apuesto que han hecho "huella" también en otros muchos caminos.

"Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino;
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino,
sino estelas en la mar"

Emma Peel

2 comentarios:

  1. Hell: no he visto la peli, pero tiene muy buena pinta. A mi me gusta saber que tengo cerca mucha gente que me quiere y a la que quiero compartiendo conmigo el camino de la vida.

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  2. Mery:Me encantó la película más que por ella en si,por su mensaje y todo el paisaje.Además ver pelis que son en sitios donde has estado,y caminos que has pisado,es lo mejor, mucho mejor que ver un peliculón con una trama alucinante y taquillera.Viva Galicia y viva el marisco!!

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