lunes, 21 de septiembre de 2009

VIVIR

Bárbara Alpuente.VIVIR. Revista Yodona.


"....la razón nos engaña y afirma que la vida es así, y que esto es lo que hay...Es más facil pensar que no hay nada que hacer, que mejor nos quedamos como estamos y que cada uno es como es, sin darle al otro la oportunidad de ser de otra manera. A lo mejor preferimos que sea sí, que nadie nos rompa los esquemas e intentar evitar que nos visite la intuición durante el sueño, cuando por fin bajamos la guardia, para advertirnos que el mundo nos lo estamos inventando, y que además nos lo estamos inventando mal..Tiene su lógica , si lo que uno recibe del exterior es el mensaje de que su misión en la vida consiste en trabajar y ver pasar el tiempo. Hemos montado una plataforma pensada para distraer, que no es otra cosa que desviar la atención a otro lado. Hacia el lado donde se ahogue la voz interior que te susurra que estás viviendo a medias, que eres mucho más que un individuo anestesiado en el sofá perdiendo minutos irrepetibles ante un reportaje sobre sandías gigantes de Huelva. Tenemos terror a escucharnos..Vivimos sobre una fe quebradiza que se sostienen con sus últimos hilos. Los que nos negamos a pensar que, como decía alguien, el hombre es una casualidad condenada a morir, nos preguntamos cada día por el sentido de la existencia...Y la razón se niega a entender que NO SOBRA UN SOLO SER HUMANO EN EL PLANETA. QUE CADA ALIENTO ES ÚNICO, y aporta al mundo lo necesario para no morir de pena.Lo necesario para que el desasosiego no nos secuestre el alma, y sentir en la boca del estómago el latido de una granada de mano a punto de estallar. VIVIR NO ES NADA FÁCIL, ESTÁ CLARO. PERO VIVIR A MEDIAS ES INSOPORTABLE."


Creo no haber sido la única a la que al leer estas palabras se le han puesto los pelos de punto, o por lo menos no ser la única a la que la esperanza y esa fuerza que viene desde el interior de cada uno le ha hecho ponerse alerta y darse cuenta de que eso es precisamente lo que una hace desde hace muchos años cada día: vivir a medias; y que eso , aunque sea la tónica general, no es normal; y que eso, ya que a algunos estamos acercándonos peligrosamente( y si hay suerte) a la mitad de nuestra vida, es precisamente lo que no queremos seguir haciendo.


Por eso, como digo, apelo a la esperanza, esa cosa tan rara que no se sabe por qué se tiene, pero que se tiene. Porque a la mayoría de nosotros nos enseñaron a ser prácticos y a no mirar demasiado a "los lados"porque no interesaba; a estudiar carreras que nos permitieran vivir para trabajar cuando debería ser al revés; a encontrar una pareja para formar una familia sin cuestionar lo que eso acarrea ; a dosificar nuestro tiempo libre entre actividades planeadas y dirigidas que poco o nada dejan a la intuición...porque a la mayoría de nosotros nos resulta más cómodo pasar por la vida de puntillas y hacer como que aquí no pasa nada, como que esto es lo que nos ha tocado vivir y no hay solución. Por eso pienso en la esperanza.


La esperanza de que nos demos cuenta de que hay otra manera de vivir. Porque resulta que si que hay solución. Que , aunque haya que levantarse a desgana para ir a currar cada día; aunque nos acostumbremos a una rutina matadora en la que hay que( siempre "hay que") llevar a los niños al colegio , meter horas en el trabajo, comer , seguir trabajando, ir a buscar a los niños al cole, llegar a casa, ir al gimansio , cenar y dormir, y al día siguiente otra vez lo mismo. A pesar de eso siempre seguirá quedando espacio para vivir del todo. Porque todas esas actividades diarias se pueden hacer con ganas , intentando enseñar, intentando aprender, intentando ilusionar e ilusionarse , intentando iluminar el día a los que están a nuestro alrededor, intentando comprender que cada día, cada beso , cada café , cada sonrisa o cada mirada son únicos. Y porque , si tienes suerte, no sólo hay espacio , sino también tiempo para llenarlo con una vida al completo. Es más fácil no pensar, no hablar de cosas trascendentales que den lugar a conversaciones enriquecedoras y que puedan despertar al mostruo filósfofo que llevamos dentro todos y nos obligue( horror de los horrores) a cuestionarnos el mundo; no leer un poema o un buen libro; no disfrutar de la lluvia ( maravillosa para mi la de mi norte) ni del verde que ocasiona; no reirse con un compañero de trabajo porque no hay tiempo; no reirse de uno mismo , no vaya a ser que los demás piensen que estamos locos; no reinventar los besos con nuestra pareja de siempre cada día. Es más fácil porque no requiere esfuerzo, pero-estoy con Bárbara Alpuente- es insoportable vivir así.


Emma Peel

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