sábado, 15 de agosto de 2009

"Ella, que todo lo tuvo". Más de libros.


"Libros. Hay muchos en la habitación, y jalonan veinticinco años de una vida. Infantiles, aventuras, viajes, textos escolares, materias universitarias, novela, ensayo, arte, historia. Desde niño, leyéndole cuentos e historietas, orientándolo con cautela, ella fue transmitiéndole el amor por la palabra escrita. La puerta maravillosa a mundos y vidas que acaban por multiplicar la propia: aspiraciones, sueños, anhelos cuajados en largas horas de lectura y templados en la imaginación. La intensidad de una mirada joven que explora el mundo en el descubrimiento de sí misma. Estos libros llevaron al muchacho a reconocerse entre los demás, a moverse con seguridad por el territorio exterior, a descubrir y planear un futuro. A estudiar una carrera bella y poco práctica, relacionada con la lengua, el pasado, el arte y la historia. A licenciarse en sueños maravillosos. En cultura y memoria.". Arturo Pérez Reverte esta semana en el Semanal XL,"La habitación del hijo"


Este artículo de Pérez Reverte da para mucho más que lo que recoge esta entrada, ya me pensaré si hacer mías sus palabras en otra ocasión. Hoy, de momento, me sirven para escribir sobre el último libro con el que "coincidí"( porque -como se dice en él-"la vida está llena de encuentros, el sentido radica en coincidir") "Ella, que todo lo tuvo"; sobre el último "amigo" que he hecho porque ,tal y como comentaba mary en alusión a la entrada del domingo pasado, los libros son como los amigos.

Ella, lo descubrí con asombro al poco de empezar a leer esta obra , no se refería aquí al pronombre, sino que es nombre propio de mujer. Italiano. Una mujer, una escritora que, después de creer haber perdido a su familia en un accidente de coche, se marcha a Florencia en busca de un diario, del que sólo conserva una página para poder así narrar una nueva historia y darle la forma de novela. Es así un libro sobre otro libro. Pero una vez allí, y como "Lo que nos falta podemos soñarlo..." ,Ella inventa y se desdobla en la "Donna di lacrima", una mujer misteriosa que recibe a hombres ilustres a los que escucha envuelta en un velo y cubierto el rostro con una máscara en su ático. De ninguno de ellos , sin embargo , aprende tanto como de las palabras de un vagabundo al que encuentra la primera noche por la calle. Como quiera que yo tengo la manía de subrayar las líneas de los libros que llaman mi atención a lápiz, dejé mi zarpa en algunas citas de este personaje bohemio como estas:


"Las apariencias engañan, no somos por lo que tenemos, sino por lo que sentimos""Este hombre es más pobre que yo, mi miseria es facil de limpiar, se quita con un buen baño y un traje limpio. Lavar la mezquindad del alma puede llevar toda una vida, y hay tanta esparcida por el mundo, que por eso la tierra apesta"


" A ser feliz también se aprende"(a esta le puse mi marca de lapicero encima porque me recordó a mi abuelo, quien solía decir algo parecido, algo como que quien quiere en esta vida ser feliz es feliz, y quien quiere ser desgraciado es desgraciado)


"La sombra de la palabra no , una vez que se nos instala dentro, es alargada"(como la del ciprés de Miguel Delibes )"La mente siempre nos juega malas pasadas.Cuando ve que podemos ser felices recurre a estrategias para hacernos sentir inferiores. Algo te dice que no eres tan especial como para merecer un momento de alegría y te llenas de remordimientos. El sueño que más miedo da es atreverse a vivir"( Sobre estas palabras creo que cualquiera de los que pueda estar leyendo este blog ahora mismo, hubiera puesto el lápiz encima, como yo lo hice, porque creo que es consustancial a las personas esa sensación de no poderse creer las cosas buenas con las que a veces nos obsequia la vida)


Y por último, tracé una línea sobre lo que viene a continuación porque sin más ,eso que dice el mendigo es la vida que " está hecha de pedacitos: cosas que vives, cosas que sueñas, un poco de lo que te dice el vecino; un trozo de pizza, una caída y una canción; dos raticos al sol, uno de dolor", un tiempo compartiendo esta entrada con quien quiera leerla o teniendo en mis manos este libro que comento.

En su intento de recuperarse a si misma y ante la incapacidad de volver a escribir,como"los destinos son únicos y entre estos y los seres humanos existe una unidad indisoluble, un vínculo muy difícil de romper"y "el escritor es escritor aunque no escriba, aunque ni siquiera sepa que lo es", acaba igualmente rodeada de libros. Por un lado, en la escuela de restauración de aquellos que fueron destruidos y arrastrados por las aguas del río Arno en el aluvión que asoló a Florencia en 1966, con ayuda del preofesor Sabatini, quien también pronucía algunos de los mejoes discursos de esta novela.


"En el mundo del arte existe otro tipo de pérdida. Yo soy un hombre solitario. Aquí no hay sólo papel y tinta. Hay una vida"


"Todas las puertas, por pequeñas que sean, conducen a algún sitio"

Y por otro lado, en la librería a la que acude tantas veces como al Harry`s bar(tan bien descrito este último, por cierto, que entran ganas de tomarse un vodka como el que pide la escritora para acompañar la lectura), donde se haya custodiando estos"seres", Lívido, un librero tan solitario y tan parecido a Ella que necesariamente acabarán encontrándose. Es lo que tenemos las personas solitarias, como se relata a la perfección, creo yo, en estas páginas. ("Los solitarios eran una raza especial. Tenían el don de ver lo invisible. A falta de compañía desarrollan la capacidad de emocionarse y percibir, de ver que todas las cosas tienen su propia alma"). Ángela Becerra introduce la poesía de otros autores a través de Lívido, que, tímido como yo , ya que no se atreve a abrir la boca y dado que "las palabras son como el agua, sino encuentran salida terminan por crear su propio cauce", utiliza para comunicarse con ella versos como este precioso de Whitman "Quienquiera que seas, pongo en ti mis manos para que seas mi poema", que es basicamente lo que hacemos los poetas, sobre todo cuando nos enamoramos.

Con todo, es de ella misma, de su soledad misma, y de "la otra" (aquí si digo que hay que leerse el libro para saber quien es "la otra")que le pregunta cosas como si"todavía cree que los demás tienen la llave de su felicidad, porque la vida no es más que una música que cada uno interpreta de manera distinta"); de los recuerdos de su hija Chiara"porque uno sin sus fantasmas está solo" a la que le confiesa su debilidad("nada me dolía, no se lo digas a nadie, tesoro mío, en realidad me dolía todo"),o de su marido Marco al que reconoce "haber regalado su libertad, y con ello haber cometido el error más grande que se puede cometer",son de quienes más aprende en este viaje que Ella emprendió, como lo he hecho yo estas tardes de agosto con la novela de Ángela Becerra, y como lo hice hace ya tantos años por la Florencia que yo recuerdo y a la que me ha trasladado tan facilmente la escritora.


"Y ASI PUES,EL ÚNICO FUTURO QUE NOS QUEDA ES EL PRESENTE"


Emma Peel

1 comentario:

  1. Hola Emma!No me extraña que subrayes los libros, que tantas frases sabias tienen.Me quedo especialmente con dos cosas:

    "Todas las puertas, por pequeñas que sean, conducen a algún sitio" y

    "haber regalado su libertad, y con ello haber cometido el error más grande que se puede cometer".

    Porque me recuerdan los valores tan valiosos de libertad y de esperanza.

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